Glitch / Porn / Camouflage
“El instinto sexual no es nada más que la voluntad absoluta de vivir”, mencionó
alguna vez el filósofo alemán Arthur Schopenhauer, advirtiendo que la condición humana puede reducirse al hervor
epifánico y doliente de un orgasmo. En este sentido, la pornografía es sin duda el montaje mejor ideado para
desollar toda inminencia moral o de jerarquía del cuerpo humano y devolverle una beldad que sólo es comparable
con el instante de la muerte: un paraíso laberíntico erigido de músculos, huesos y fluidos.
En Glitch / Porn / Camouflage, el artista Omar Jaimes Rew explora las potencias de este cuerpo en estado prístino a través de
una amplia gama de lenguajes visuales que van desde lo pictórico a lo algorítmico, con el afán, o mejor dicho la
obsesión de amalgamar la brutalidad y el misticismo del acto sexual, para ofrecerlo a la mirada de un público
habituado a devorar este tipo de imágenes.
Dar el apelativo de video o cine experimental a la obra de Omar significaría menguar su elocuencia, en mi
opinión exige una mirada más atenta y profunda de su espectador. En la imagen permea una desnudez indefinida que
deambula por todo el encuadre en medio un frenesí de color y textura extraños. El artista no trabajo con cámara
en mano sino que decide buscar exhaustivamente en la red extractos fílmicos con los que tenga empatía para
apropiarse de ellos, de la misma forma que los primeros anatomistas en el Renacimiento profanaban los sepulcros
para llevarse los cadáveres y realizar diagramas de la vida. Actúa también con la pericia de un pintor del
Barroco flamenco o del Post-impresionismo para posicionar cada detalle, veladuras y empastes de pixeles hasta
saciar la intención más inverosímil que sólo había vislumbrado dentro de su mente.
Sea pues bienvenido, querido voyeur, la pantalla está lista para cobijar con su fulgor elegiaco los furtivos
deseos que quizás usted ya pudo haber olvidado.